La Luna nuestro único satélite natural, del que se dice que, en lejanos tiempos, pudo haberse desprendido de la masa de nuestro planeta para quedar flotando a cerca de 400.000 kilómetros de nosotros, siempre dándonos la misma cara. Es necesario pintarla en toda imágen que se precie del cielo nocturno. Pero, se nos ocurre preguntarnos, que hubiera pasado si no hubiera existido la Luna... ¿Nuestra vida sería igual?.
Habríamos de preguntarnos si el hecho de existir la Luna nos ha servido de algo a lo largo de la Historia de la Humanidad, y, por otra parte, si el hecho de existir la Luna podría variar, en el momento actual, nuestra forma de vida o, en general, las condiciones de existencia de nuestro planeta. Aunque la masa de la Luna es pequeña, si la comparamos con la masa de los planetas o con la masa del Sol, no hemos de olvidar la pequeña distancia que nos separa de nuestro satélite, y lo rápidamente que la fuerza gravitatoria se debilita con la distancia (inversamente a su cuadrado).
Si no hubiera existido la Luna, no se hubieran podido conseguir en el pasado resultados científicos de extrema importancia para la ciencia y desarrollo de la tecnología. Su ausencia hubiera dificultado tanto el desarrollo tecnológico como la asimilación y el estudio del espacio cósmico por el hombre.
Pensemos, por ejemplo, que:
- La forma esférica de nuestro planeta pudo comprobarse en el pasado gracias la sombra proyectada sobre la superficie lunar durante un eclipse.
- Galileo, en sus observaciones de la Luna, descubrió la existencia de montes y de cráteres, lo que significó para la Ciencia el comprobar que no existía ninguna diferencia entre lo que es terrestre y lo que está fuera de nuestro planeta.
- La formulación definitiva de la Ley de Gravitación pudo hacerse cuando Newton analizó las peculiaridades del movimiento de la Luna alrededor de la Tierra.
- La idea de construir satélites artificiales alrededor de nuestro planeta se desarrolló pensandose en una analogía con la existencia de la Luna como satélite natural.
- La existencia de la Luna, como objeto astronómico intermedio, permite tener una especie de monitor o testigo con el cual se pueden controlar operaciones complicadas de prueba de aparatos necesarios para el estudio del Cosmos. Los experimentos de reflexión de ondas radioeléctricas en la superficie lunar ayudaron muy especialmente a construir los sistemas tecnológicos capaces de detectar el Sol y otros planetas del Sistema Solar.
¿Y en qué nos afectaría a nosotros la no existencia de la Luna?. Veamos.
- No habría mareas (las provocadas por el Sol no son significativas), por lo que cambiarían drásticamente las condiciones de navegación.
- La ausencia de noches con luna, aparte de que impediría la observación de los paisajes nocturnos, pues estaríamos sumidos en una oscuridad total durante el intervalo de la noche, potenciaría, sin embargo las observaciones astronómicas nocturnas por los aficionados, permitiendo descubrir, seguramente, mas cometas, mas asteroides, ...
- Se cree, tambien, que algunos procesos geofísicos en nuestro planeta se distorsionarían gravemente si la Luna desapareciera.
- Si la Luna desapareciera se debilitaría mucho el movimiento de precesión de nuestro planeta, pues la atracción lunar sobre el abombamiento ecuatorial de la Terra, lo mismo que la atracción del Sol y los restantes objetos del Sistema Solar, conduce a que el eje de rotación forme un cono que completa cada 26.000 años, haciendo que cambie la situación estelar del polo norte celeste, de forma que dentro de unos 13.000 años, por ejemplo, no será la estrella alfa-umi (hoy la "polar") la que señale la dirección norte. Será, en esa época, la estrella alfa-lyra (Vega), la que se entienda como "polar".
El ángulo en el vértice de dicho cono de precesión es, actualmente, de unos 47º. Este cono de precesión se conservaría aunque no existiera la Luna, pero el ángulo en el vértice sería, seguro, mucho menor
Además, los astrónomos saben que, al provocar la parte más importante de la precisión, la Luna, por particularidades de su movimiento, introduce en la misma desviaciones periódicas llamadas "mutaciones", que presentan un periodo de unos 19 años. Si desapareciera la Luna, no habría mutación.
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