
La Luna no posee atmósfera por lo que todos los meteoritos que le llegan chocan contra su superficie formando cráteres. Vista desde la Tierra se distinguen unas zonas brillantes y unas zonas oscuras que llamamos "mares".
La Tierra y la Luna se atraen mutuamente por efecto de sus masas, lo cuál provoca ciertos efectos en ambos cuerpos. De estos efectos conocemos los que sufre la Tierra, ya que nos afectan más y algunos son muy llamativos, como es el efecto de las MAREAS terrestres, los movimientos de grandes masas de agua cuando son atraídas por la Luna; estos movimientos se ponen de manifiesto en las zonas costeras como una subida o retroceso del nivel del mar.
Otro efecto que se produce es que la Tierra y la Luna se frenan mutuamente su rotación, lo cual implica dos cosas:
* Que la rotación de ambos cuerpos se va frenando con el paso del tiempo, y la duración de la rotación es cada vez mayor; ahora dura 24 horas, pero hace unos 400 millones de años duraba unas 22 horas.
* Que la tierra y la Luna se van separando; cuando se originó la Luna estaba mucho más cerca que hoy.
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